jueves, abril 29, 2004

Advierten sobre depredación de recursos pesqueros antárticosMartes, 27 de Abril de 2004, 9h15
Fuente: EFE

Buenos Aires, 27 abr (EFECOM).- Científicos argentinos advirtieron que las poblaciones de merluza negra y pez de hielo, dos especies de la Antártida, presentan signos de depredación a causa del exceso de capturas y el incumplimiento de las normas de protección.
Según informa hoy el diario "La Nación", los expertos aseguraron que en la zona las flotas pesqueras "operan fuera de control" y dijeron que las técnicas de captura utilizadas también dañan a aves marinas como el petrel y el albatros.

El diagnóstico surgió de una investigación realizada en los mares australes por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, el Instituto Antártico Argentino y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero.

Las instituciones realizan estas tareas en la región de las islas Georgias del Sur en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, que rige desde 1982.

Los especialistas indicaron que los recursos vivientes de la zona son explotados por lo menos desde el siglo XVIII y citaron como ejemplo el caso de las focas y las ballenas, cuyas poblaciones se redujeron en forma sistemática a raíz de la depredación humana.

Después de medir, pesar y conservar ejemplares extraídos de las aguas, los científicos hicieron especial énfasis en tres especies: krill, pez de hielo y merluza negra.

"Estos dos últimos están en problemas", subrayó el biólogo Enrique Marschoff, quien sostuvo que "el mayor riesgo para la merluza negra es su alto valor comercial", lo que lleva a los pescadores a buscarla hasta las grandes profundidades donde habita.

Como estos peces se encuentran entre los 800 y los 3.000 metros de profundidad y no se los puede atrapar con redes, su captura se realiza con anzuelos en espineles de 10 a 14 kilómetros de largo, lo que provoca un problema adicional.

"La carnada atrae a las aves, que no sólo tragan el alimento, sino también el anzuelo, y éste termina matándolas. Como consecuencia, se observa una gran merma en las poblaciones de albatros y petreles", apuntó Marschoff.

En cuanto al pez de hielo, señaló que "en este momento la captura autorizada es de 2.000 toneladas al año porque la población cayó y no muestra signos de recuperación desde hace 12 años, cuando colapsó por la sobre explotación".

El especialista recordó que en la década de los años 70 en la región se extraían unas 130.000 toneladas anuales de esta especie, que suele moverse en cardúmenes muy densos, al igual que el krill.

"Las oscilaciones de la población de krill son normales, pero no sabemos qué pasará cuando su precio sea atractivo para el mercado, en especial porque el lugar de pesca coincide con el área donde se reproducen focas y pingüinos, a los que podría llegar a faltarles alimento", remarcó.

Hace dos semanas el Gobierno argentino prohibió la pesca de calamar al sur del paralelo 44 del océano Atlántico por la escasez de la especie en sus aguas territoriales y las autoridades de las Islas Malvinas, bajo soberanía británica, adoptaron la misma medida.

Este fue el tercer año consecutivo que se cierra el caladero antes de tiempo, ya que normalmente en el hemisferio sur la temporada dura hasta junio, y últimamente también ha ocurrido lo mismo con la merluza. EFECOM hd/ar/--


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