martes, agosto 03, 2004

Liquenes antarticos podrian sobrevivir en el espacio

Los secretos más ‘verdes’ de la Antártida

Itziar Romera
http://www.tugueb.com
Leopoldo García Sancho, profesor titular en la Facultad de Farmacia de la Complutense, es el coordinador de ECOTER (Ecología Terrestre), un grupo internacional de investigadores que llevan doce años estudiando la flora de la Antártida.

Los profesores Leopoldo García Sancho y Ana Pintado

El proyecto ECOTER estudia la posible evolución de la flora antártica
El objetivo es crear una serie de modelos de comportamiento para poder predecir “cómo responderá la tundra antártica a un supuesto cambio climático”, explica García.

Los trabajos realizados hasta ahora adelantan tres supuestos: “Puede que otras especies se adapten al medio, que las que ya lo están se vean perjudicadas y que se produzca una invasión de plantas ‘auténticas’ desde Sudamérica”.
El resultado final podría ser “un cambio radical de la tundra a pastizal”.

Una curiosa forma de vida que pudo existir en Marte

La flora antártica no difiere, en un 80 por ciento, de la de otras zonas del planeta. Sin embargo, el 20 por ciento restante incluye formas de vida únicas tan curiosas como la de la imagen superior.

Se trata de las comunidades o líquenes endolíticos, “una asociación de hongo y alga que vive dentro de las piedras en una zona de la Antártida conocida como ‘valles secos’, donde se pensaba que no existían formas de vida pluricelular”, relata el profesor de la Universidad Complutense Leopoldo García Sancho. Este tipo de liquen se ha hecho muy famoso porque “ha servido para diseñar teóricamente lo que puede ser la vida en Marte o los últimos tipos de vida que hayan existido en dicho planeta, y en ellos se basa el proyecto de Vida en Marte de la NASA”.

El clavelillo antártico
Junto a los musgos y líquenes, tan sólo dos plantas tal y como las imaginamos, “con su raíz, su tallo...”, han conseguido sobrevivir al frío polar. Se trata del ‘clavelillo antártico’ (Colobanthus Quitensis) y la Deschampsia Antarctica, cuyo mérito reside en “su capacidad de germinar en suelo muy frío, cercano al punto de congelación”.

Lento, pero a lo grande
Las peculiaridades de los líquenes antárticos son en su mayoría morfológicas. “Se ha llegado a hablar incluso de ‘gigantismo’. Algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar tamaños descomunales con respecto a otros de su misma especie en distintas zonas”.

En cuanto a su crecimiento, es completamente distinto en las dos zonas del continente: “En la parte continental, la tasa de cremiento es bajísima, muchos de los líquenes tienen más de 1.000 años”.

El equipo ECOTER está compuesto, además de Leopoldo García, por Allan Green (Universidad de Waikato), Thorsten Lumbsch (Universidad de Essen), Ana Pintado (UCM), Burkhard Schroeter (Universidad de Kiel), Roman Türk (Universidad de Salzburgo) y María Luisa Vera (Universidad de Oviedo)

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