viernes, noviembre 25, 2005

Burbujas en el hielo

Burbujas de aire arrojan luz sobre efecto invernadero
publicado en http://www.mercurynews.com
LAURAN NEERGAARD - 24 nov 05
Associated Press
WASHINGTON - Hoy día hay más anhídrido carbónico en la atmósfera que en cualquier momento de los últimos 650.000 años, afirma un nuevo e importante estudio acerca del efecto que han producido los llamados "gases de invernadero" -- a los que se atribuye el recalentamiento global -- a través de los siglos.
Al analizar las minúsculas burbujas de aire preservadas durante milenios en el hielo de la Antártida, un grupo de investigadores europeos ha recalcado hasta qué punto la actividad humana ha influido en el aumento de la concentración de esos gases en la atmósfera.
Los resultados de la investigación prometen "mejorar de manera espectacular la comprensión" de los cambios climáticos, dijo el especialista Edward Brook, de la Universidad Estatal de Oregón.
El estudio, realizado por el Proyecto Europeo sobre el Hielo Profundo de la Antártida, aparece en la edición del viernes en la revista especializada Science.
Hoy día, los científicos miden directamente los niveles de anhídrido carbónico y otros gases de invernadero que se acumulan en la atmósfera debido a la ignición de combustibles y otros procesos. Esos gases ayudan a atrapar el calor del sol, tal como lo hacen los invernaderos que les dan nombre, y ello resulta en un recalentamiento gradual del planeta.
Las lecturas encontradas por los científicos en las burbujas de aire de la Antártida indican que los niveles de anhídrido carbónico aumentaron, de las 280 partes por millón que registraban hace dos siglos, a 380 partes por millón en el momento actual.
Entretanto, la temperatura promedio de la Tierra ha aumentado en aproximadamente medio grado centígrado en las décadas recientes, un incremento relativamente rápido. Muchos especialistas advierten que el aumento continuado de las temperaturas podría tener impactos graves, tales como la subida de los niveles marítimos o cambios en las pautas de las precipitaciones.
Los escépticos procuran restar importancia al aumento de los gases como parte de un ciclo que fluctúa de manera natural. Sin embargo, el nuevo estudio proporciona pruebas que refutan esa opinión.
El hielo de las profundidades de la Antártida conserva pequeñas burbujas de aire que se formaron con la caída de las nieves sucesivas durante cientos de miles de años. Al extraerse, esas burbujas permiten estudiar la composición de la atmósfera en épocas pasadas, y determinar así la fluctuación natural de tales gases.
El nivel actual de anhídrido carbónico es un 27% mayor que su máxima concentración en todas las épocas de las burbujas analizadas de la Antártida, dijo el investigador jefe, Thomas Stocker, de la Universidad de Berna en Suiza.
"Estamos más allá de la fluctuación natural" de esos gases en la atmósfera, añadió.

1 comentario:

  1. El nivel de gases de efecto invernadero es el más alto desde hace 650.000 años
    La concentración de CO2 aumenta en la actualidad 200 veces más rápido que en cualquier otra época desde entonces
    L. A. G./BILBAO

    Las burbujas de aire atrapadas en el hielo de la Antártida han permitido a un grupo de científicos determinar que el nivel actual de gases de efecto invernadero en la atmósfera es el más alto de los últimos 650.000 años. Según el geólogo Ed Brook, uno de los autores del trabajo que se publica esta semana en la revista 'Science', el registro de datos climáticos demuestra que las condiciones de los últimos doscientos años -durante los que el hombre ha emitido unas grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de invernadero- son una anomalía en la historia terrestre.
    Los testigos de hielo de la Antártida contienen en su interior burbujas de gas gracias a cuyo análisis puede conocerse la composición del aire y la temperatura de la época a la que corresponden. Se trata de minúsculas muestras de la atmósfera terrestre atrapadas en el tiempo. Los investigadores del Proyecto Europeo de Extracción de Muestras de Hielo en la Antártica (Epica) han conseguido recientemente remontarse así hasta hace 650.000 años, tras estudiar muestras tomadas a unos 3 kilómetros de profundidad. Las perforaciones del Epica empezaron en 1999 y han llegado ya hasta los 3.270 metros, lo que supone retroceder en el tiempo hasta hace unos 900.000 años, la época del hombre de Atapuerca.

    Escalas temporales
    El análisis de las burbujas de aire datadas entre hace 650.000 años y la actualidad ha revelado que la creciente concentración de CO2 en la atmósfera -que ronda las 380 partes por millón- es un 27% más alta que la más alta registrada en ese ciclo temporal, ha indicado Thomas Stocker, del Instituto de Física de la Universidad de Berna. Además, hay hoy en día un 130% más de metano que cuando se registró el segundo máximo y el nivel de CO2 aumenta 200 veces más rápido que en cualquier otra época. «Hemos añadido al puzzle otra pieza de información que demuestra que las escalas temporales en las que el ser humano está cambiando la composición de la atmósfera son muy cortas en comparación con los ciclos temporales climáticos normales», ha dicho Stocker.

    La concentración de gases de efecto invernadero en el periodo interglaciar actual y en el último periodo cálido similar -entre hace 420.000 y 400.000 años- es muy parecida, según El análisis del hielo. Los investigadores han visto que esos periodos de temperaturas más altas -hace 10.000 años que empezó el actual- pueden prolongarse unos 20.000 años, mientras que hasta ahora sólo existían pruebas que apuntaban a la mitad de duración.

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