sábado, diciembre 24, 2005

Expedición Larramendi, Viu y Oficialdegui

Larramendi, Viu y Oficialdegui continúan su expedición a través de la Antártida batiendo nuevos récords
Publicado en tierraspolares.es
dic 05
Después de alcanzar el Polo Sur de la Inaccesibilidad, Larramendi y su equipo avanzan a muy buen ritmo adentrándose en las profundidades de este terreno inexplorado. El día 14 de diciembre, la expedición llegó al Segundo Polo Sur de la Inaccesibilidad, el segundo punto más difícil de alcanzar del continente antártico. Este segundo Polo existe debido a las especiales características de la Antártida, conocida como el “Continente Pulsante” porque aumenta su superficie en invierno.

Esto permite que en verano el continente blanco tenga una superficie de 14 millones de kilómetros cuadrados, mientras que en el invierno su superficie aumenta hasta los 20 millones de kilómetros cuadrados. Esta diferencia, que se repite periódicamente todos los años, es la causa de que existan dos Polos Sur de la Inaccesibilidad: uno como punto más alejado de toda costa continental, y otro teniendo en cuenta el continente y las barreras de hielo. Las coordenadas exactas han sido calculadas especialmente para la expedición por el British Antarctic Survey de Cambridge.

Sastrugis de metro y medio
Después de este éxito, Larramendi, Viu y Oficialdegui se encontraron el día 15 con varios problemas en forma de sastrugis. Estos accidentes del terreno polar cortaron su ritmo de avance y les hicieron avanzar ese día sólo 32 kilómetros. Algunos de estos sastrugis llegan a alcanzar el metro y medio de alto, lo que les obligó a maniobrar constantemente con el catamarán, tarea nada fácil.

Según declaró Larramendi “hemos pasado una de las peores zonas de la travesía, con sastrugis de hasta metro y medio, algo increíble, nunca habíamos visto nada igual. Además, los sastrugis de hasta 80 centímetros son constantes, así que ya no creemos que el terreno vaya a mejorar durante la travesía. Esto obliga a una conducción muy violenta para el trineo, que esta sufriendo muchísimo”.

La táctica más adecuada para poder avanzar mientras el terreno sea tan irregular es mantener una velocidad no muy alta que permita avanzar de forma continua y evitar los grandes choques con estas elevaciones del terreno. Para ayudarse, los expedicionarios llevan diez cometas de diferentes tamaños que les permite aprovechar la fuerza del viento y mantener el ritmo.

Nuevo récord de distancia
Pero tras este día en el que la expedición marchó a un ritmo tan lento y se temía lo peor para el resto de la Transartántica, el día siguiente les sorprendió con un estupendo terreno que les permitió superar el anterior récord de distancia recorrida en un solo día en el continente antártico, establecido en 1997 por el belga Alain Hubert con 271 kilómetros. En esta magnífica jornada recorrieron ¡311 kilómetros!

Las condiciones que les hicieron superar esta marca, jamás realizada por ningún otro explorador en el continente más frío del mundo, fueron un terreno más benigno y un viento que les permitió navegar 24 horas ininterrumpidas. También influyó el diseño del Catamarán polar, que les permite navegar sin tener que parar a descansar porque lleva incorporada una tienda de campaña donde se pueden ir turnando para entrar mientras los otros dos conducen.

Así explicaba esta hazaña Larramendi: “El día 16 hicimos 311 kilómetros en 24 horas seguidas de navegación. El día empezó de manera poco prometedora, en un terreno infernal con bloques de hielo gigantes, por el que avanzábamos a un ritmo de 4 kilómetros por hora. En una sola hora nos clavamos dos veces contra enormes sastrugis, y tuvimos que salir rompiendo con la pala. De repente el terreno empezó a mejorar hasta ponerse increíblemente bueno. El viento soplaba con dirección oeste y era fuerte, así que empezamos a hacer kilómetros, llegando a hacer hasta 27 en una hora. En total navegamos 22 horas y pasamos otras dos cambiando las cometas, casi sin comer ni beber, y pasando mucho frío al final del día”.

Como un cohete
Y tras una merecida jornada de descanso el día 17, el 18 les esperaban nuevos retos que superar. Está claro que esta expedición nos va a dar más de una sorpresa y alegría, porque tras batir el récord absoluto de distancia recorrida en el continente antártico sin medios mecánicos ni avituallamiento aéreo, el equipo español recorrió en esta nueva jornada 213 km en tan solo 12 horas efectivas de navegación.

Así describía su emoción Larramendi: “Por fin parece que nuestra suerte ha cambiado. Después de más de 2.000 kilómetros de bloques y sastrugis por fin encontramos un terreno parecido al del plateau groenlandés, en el que el Catamarán puede deslizarse fácilmente y a menudo literalmente “volar” sobre los hielos perpetuos”.

El día siguiente avanzaron un poco más lento, pero sólo en comparación de las estupendas marcas de los días anteriores. El 19 recorrieron 181 kilómetros en 12 horas de navegación y así lo expresaron al declarar “vamos como un cohete”. Aunque el catamarán está dañado en un buen número de piezas, funciona perfectamente y avanzan a buen ritmo, por lo que esperan llegar pronto a su siguiente destino, la base rusa de Vostok.

Fuente: tierraspolares.es

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